Diario de un Urbanita Un entretenimiento para el desarrollo de mi nivel literario. Afán de escribir por escribir.

Aún así, tengo la firme convicción que estoy haciendo algo decente; no soy un paria de esta sociedad que en ocasiones - últimamente con demasiada frecuencia- detesto. He decidido adquirir una educación específica y nada corriente.

Algunos me tachan de bohemio, soñador, iluso, inocente y, en definitiva, subnormal. A ellos les dedico mi mayor cara de poker y una carcajada muda. El tiempo es el único juez que tiene potestad para dictar una sentencia irrevocable.

Creo que nadie tiene certeza de que existan más vidas terrenales que la misma que sentimos, vemos, olemos y tocamos. Por lo tanto, quiero vivir de aquello que siento, veo, huelo y toco. Llamadme imbécil por no querer adecuarme al régimen establecido por normas sociales que veo absurdas. Sí, el mundo no ha conseguido educarme bien, lo siento por no querer ser un retenedor de datos. Lo siento por querer pensar por mi mismo.

Y para los bondadosos que creen que tengo un don, os repito: ojalá escribiera la mitad de bien con la que vuestros ojos me ven.