Noches de estío: ocio, perversión y perturbación.

Posted by Buddy | Posted in , , , | Posted on 3:28

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Valle-Inclán ya nos deleitó con sus Sonatas de Estío llenas de palabras virginales y castas. Sin embargo, no pudo adentrarse en la oscuridad de las perversiones que tienen lugar en las cálidas noches de verano.


Desde que el hombre es hombre, al finalizar el día, con el ocaso, toma la libertad de desinhibir su conciencia y desatar su alter ego que, subyacente en su tímido hipotálamo eclosiona como un polluelo haciéndose con el control total de sus viciosas acciones. Este comportamiento se ve severamente influenciado por dos aspectos: ocio y alcohol (drogas incluidas).

Pernoctando en las discotecas durante los fines de semana, descubres cómo la libido alcanza unos niveles astrales y eres testigo del inicio de rituales lujuriosos que acabarán en la satisfacción sexual de cuerpos desenfrenados. Las hormonas entran en plena erupción haciendo del ser humano una máquina del deseo carnal y le convierten en un terminator del sexo (sexminator).

Ésta actitud se acentúa en verano, en la playa se puede apreciar cómo los cuerpos esculpidos a base de horas exhaustivas en el gimnasio se exhiben primitivamente (como un pavo real con su plumaje). Y ya el horario carece de importancia, el ocaso y el alba confluyen en la misma perversión: la catarsis en la conquista de un chochito o una polla.

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