Autocompasión: sírvase en un vaso de whisky

Posted by Buddy | Posted in , , | Posted on 20:17

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Hay días en los que te sientes más perdidos que John Turturro en el papel de Barton Fink. Estás solo, con la mera compañía de tus temores que se divierten en tus entrañas golpeándote como si fueras un saco de boxeo.


Miras el reloj queriendo descubrir que las horas han sufrido un fenómeno paranormal y su velocidad es superior a la de Usain Bolt, pero en su lugar, todo parece haberse estancado en la isla de perdidos. Las manecillas del reloj ni los números digitales parecen avanzar.

Es entonces cuando tienes que enfrentarte a la realidad. Estás solo, sin saber qué hacer, acogido por el aburrimiento y con la máquina de reflexión puesta en marcha. Enciendes la factoría de gilipollces, las ideas se suceden unas a otras, cada cual más estúpida hasta que, por fin, mimetizas con la realidad hallando la solución: la autocompasión.

La compasión por uno mismo no es más que el remedio divino para excusarte en tu falta de autoestima y emborracharte con sumo placer. Todos tus defectos los publicas para que alguien te haga un poco de caso, pero para variar nadie responde. Las imperfecciones inherentes a tu persona resuenan cada vez más fuerte en tu azotea mental hasta que las aprecias. Que para eso son tuyas.

Concluyendo con una buena receta casera, diré para un buen guiso autocompasivo se necesita:
un vaso, dos hielos, una botella de whisky (a poder ser Jack Daniel's) y una mente turbulenta con cierto toque creativo. Tiempo de cocción, toda una vida.

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