Diario de un Urbanita Un entretenimiento para el desarrollo de mi nivel literario. Afán de escribir por escribir.

Vivo en un barrio tranquilo de ésta bulliciosa urbe, los habitantes de mi calle son en su mayoría ancianos y parejas jóvenes con bebés recién nacidos. Normalmente todo transcurre con normalidad. El soporte de la luz está controlado por una central eléctrica situada al inicio de la calle, y últimamente falla con demasiada frecuencia, dejando al barrio a oscuras. Personalmente, me sienta como una bofetada que me lleva a la Edad Media.

Pensaréis que estar sin electricidad hoy en día no es tan grave. ¡JA, y una mierda como el culo de un mamut! Claro que se puede sobrevivir sin ver la TV un par de días, o sin estar enganchado a los videojuegos. Pero, necesidades básicas como trabajar con tu ordenador se ven seriamente afectadas. Sin contar con subir trece pisos andando con bolsas de la compra, que sí, con veinte años es muy fácil, pero díganselo a las personas mayores que apenas pueden dar una bocanada de aire sin ayuda de una máquina.

Lo que quiero decir, es que en pleno siglo XXI y con los avances tecnológicos de los que disfrutamos, somos muchísimo más vulnerables de lo que eran hace quinientos años, cuando el disfrute del ocio consistía en cortar cabezas al pueblo vecino. Porque, no me quiero imaginar cómo será una casa domótica sin luz.