Diario de un Urbanita Un entretenimiento para el desarrollo de mi nivel literario. Afán de escribir por escribir.

Hay días que me doy asco, no puedo ni mirarme al espejo. Me levanto con la sensación de estar hecho un adefesio y ser rancio en todos los aspectos. Lo único que me apetece en esos momentos es darme la vuelta, cubrirme la cabeza con la sábana, y seguir durmiendo.

Cuando le confiesas a alguien como te sientes, siempre intentan animarte con palabras carentes de un sentido razonable. No, mi apatía no es algo pasajero, ni tampoco es una mala racha; y mucho menos se pasará por ciencia infusa. O me activo y distraigo mi mente con ejercicios que mantengan mi mente ocupada, o caigo en una espiral de monotonía y aburrimiento. Lo peor de todo, es que hasta puede ser prejudicial para la salud mental y finalmente, física.

Como consecuencia, te llevan a un matasanos, que no solo te roba a golpe de talonario sino que además te seda para manipularte desde dentro. Algunos les llaman psicólogos - ignorantes -. Por suerte, me consuelo con que alguien se levantará y será admitido en la empresa que más empleados tiene en este país, unos cuatro millones de afiliados. Y se dará cuenta que ha trabajado por una miseria de sueldo, cuando por no hacer nada le pagan lo mismo, una mierda.

Y es que como dice el personaje de Barney de "Como conocí a vuestra madre", no hay nada mejor para salir de la depresión que reírte de las desgracias de los demás.